LA VIDA EN UNA MALETA
La vida en una maleta, pues a fin
de cuentas estamos de paso. Nos empeñamos en acaparar sin ser conscientes de
que, más pronto que tarde, habrá que aligerar lastre. Hay quien lo aligera
antes de lo previsto, así como por fuerza mayor, quizá como le sucedía a este
hombre. Objetos por dinero para comer, cosas que formaron parte de la historia
de una vida, utensilios o recuerdos que seguramente tendrán más valor
sentimental que económico. Debe ser triste malvender recuerdos por cuatro
perras, que es lo que vale un euro, aunque más triste aun es no tener nada que
llevarse a la boca.
Debe ser triste tener que vender
el bastón de tu abuelo, o esa reliquia que encontraste buceando y que guardas
como un tesoro, aquel libro dedicado, o aquel fósil que te regaló un pariente
proveniente de tierras lejanas… Debe ser triste vender tu legado, dárselo a un
extraño a cambio de unas monedas, en vez de pasar el testigo a los hijos o a
los hermanos, a los sobrinos.
Pero mirándolo fríamente, no
dejan de ser objetos, objetos que de todos modos dejaremos atrás el día de
marras, el día que toque franquear esa aduana en la que se declara todo para no
dejar pasar nada, salvo el alma… el que la tenga.
La vida en una maleta, la que
seguramente mal vendía ese hombre de aspecto dejado, derrotado, hastiado,
condenado, ado,ado, ado… triste eco que resuena en la plaza de abastos de
Cádiz, que olía a churros a euro el cartucho, en un domingo cualquiera.
La vida en una maleta, o quizá en
dos, incluso en baúles enteros, la vida extendida en una alfombrilla en una
plaza cualquiera, objetos por comida, recuerdos por comida, para apurar la
vida, mas, mientras haya vida hay esperanza… o eso dicen.
La vida en una maleta, y la
muerte sin necesidad de ella.
JM Arroyo
Me encantan las palabras, muy tristes pero ciertas... :(
ResponderEliminarGracias May... así es, pero no todo es malo. Un abrazo.
EliminarAlgunos no han tenido ni maletas y otros las atesoran,,,
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